lunes, 25 de junio de 2018

Critón (o del deber):


En «Apología de Sócrates», texto que narra el juicio de éste, su discurso sobre su inocencia, etc., acaba resultando culpable por decisión de la mayoría y condenado a morir. Pese a esto, es encarcelado ya que durante la celebración al Dios Apolo no se podía ejecutar a nadie en la ciudad. Critón, un amigo bastante adinerado de Sócrates, aprovechando la coyuntura, lo visita en la cárcel y le ofrece huida hacia algún lugar seguro, proponiéndole de ser necesario, su casa.

Escrito en forma de diálogos, se inicia con Critón y Sócrates. Critón le hace la propuesta a Sócrates y este la rechaza; fiel defensor de lo Justo, Sócrates expone que lo correcto es que si uno considera que una Ley es injusta, debe tratar de modificarla, mas nunca violentarla. En ese momento se inicia un diálogo entre Sócrates y las leyes.

Para los atenienses las leyes son la base de la democracia. Las leyes exponen primero que su existencia permite que el padre despose a la madre y se engendre un hijo como ciudadano libre y con derechos, criado y educado, luego que lo que el individuo considera justo no puede anteponerse a lo que las leyes consideran justo, pues el primer deber es con la Patria. Quien incumple las leyes es tres veces injusto «porque le hemos dado la vida, y no nos obedece, porque lo hemos criado y se ha comprometido a obedecernos, y no nos obedece ni procura persuadirnos si no hacemos bien alguna cosa. Nosotras proponemos hacer lo que ordenamos y no lo imponemos violentamente, sino que permitimos una opción entre dos, persuadirnos u obedecernos; y el que no obedece no cumple ninguna de las dos.» (1)

De segundo, las leyes exponen que Sócrates llevaba toda su vida viviendo en Atenas y que por tanto aceptaba sus leyes, entonces, ¿qué le hacía ahora violentarlas cuando bien pudo solicitar el destierro en su juicio para evitar la pena de muerte o bien pudo haberse ido a vivir a cualquier otro lugar hace mucho? Si huía estaba siendo incoherente consigo mismo e injusto con los demás ya que iba contra las leyes.

Con lo expuesto, Sócrates consigue convencer a su amigo Critón de la justicia de las leyes y que violentarlas era obrar injustamente.

El texto filosóficamente hablando constituye una defensa de la Ley.

(1): Platón – Critón, Ed. Gredos. Pág. 43

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